Una noche en El Doble: Estas imágenes hoy serían ciencia ficción

Jesús es el dueño de El Doble, en Ponzano, un bar con una gran barra pero sin apenas taburetes ni espacio para mesas. En El Doble sirven muchas cañas, latas de conservas y algunas especialidades de la casa. La fórmula estaba clara: mucha gente, buen producto.

Justo antes del confinamiento, su bar se llenaba hasta la bandera y los fines de semana era complicado encontrar un hueco de pie cerca de la barra. Por eso, como él mismo afirma, serán de los últimos en abrir. Ni siquiera la Fase 2 permite el uso de la barra.

El Doble, tal como lo conocíamos, de momento es complicado recuperarlo. “Ya hemos empezado a vender las latas de conserva y hacemos muchos envíos semanales. Es lo que hemos decidido hacer para pasar esta temporada hasta que abramos, pero ya nos planteamos mantenerlo en el tiempo para compensar la pérdida de aforo” nos comenta Jesús.

Desde el principio, enviaron lotes de su producto a clientes más allegados y crearon una red de compradores que adquiere fielmente el aperitivo en su bar de siempre. Quizás, una de las claves esté en la reconversión del bar en un ultramarinos en el que haya espacio para que unos pocos tomen cerveza. De momento solo podemos permitirnos soñar imágenes como las de arriba.