Ana Iris Simón, de las gachas de su abuelo a los titos de Campo de Criptana

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Muchas veces, la cultura viene del estómago. Lo que comíamos de niñas nos cuenta también lo que somos hoy. En esta sección, entrevistamos a personas relevantes de la cultura, de aquí y de allá, como muestra de que en la variedad está la conexión, la diversión y la riqueza.

HOY, HABLAMOS CON ANA IRIS SIMÓN, PERIODISTA CULTURAL Y AUTORA DE ‘FERIA’ (CÍRCULO DE TIZA, 2020).

¿Qué comida asocias a tu infancia?

Cuando era niña, algunos viernes cenábamos "cumpleaños", que era como llamaba mi padre a comer frutos secos, patatas fritas y a veces pizza, y a mí me encantaba, claro. Pero lo que más recuerdo es comer en casa de mis abuelos, sopa y cocido de mi abuelo. Ahora cada vez que voy le pido que me haga gachas. También es famosa su tortilla de patata, conocida incluso entre mis amigos porque está buenísima.

Cuando estás viajando, o estás fuera, y vuelves a casa, ¿a qué restaurante o bar vas?

Cuando vuelvo a Madrid -no vivo allí ahora- me encanta comer pizzas de NAP. Y cuando vuelvo a Aranjuez, en casa de mi padre, que es mejor que cualquier restaurante. Y si es invierno y me hace potaje, ni te cuento.

El potaje.

El potaje.

Ana Iris Simón en casa de su padre.

Ana Iris Simón en casa de su padre.

Si te entrevistase el New Yorker y te preguntase por un plato de tu tierra, ¿cuál dirías que es? No tiene que ser el más típico, sino el que más te mueve a ti.

Las gachas, sin duda. Mi abuelo me las hace con setas y, aunque a él le tocan los lunes -come lo mismo cada día de la semana-, si voy un sábado o un domingo a verle, no le importa repetir y hacérmelas. También les hablaría de los titos, que son almortas fritas, un aperitivo típico de Campo de Criptana, y de las galletas de horno de El Orejón.

¿Sabes cocinar alguna receta que se hiciese en tu familia? ¿Cuál es?

Es muy triste, pero estoy aprendiendo ahora a cocinar, porque las circunstancias y la vergüenza me obligan, con casi 30 años. Es mi hermano, que tiene 10 años menos que yo, el que cocina mucho y muy bien. Hace poco intentó hacer la receta de gachas de mi abuelo y, cuando le contó que le habían salido ricas pero mejorables mi abuelo le respondió que "nadie nace aprendío".