Ostras Pedrín
Comida
Hay comidas que son una fiesta en sí mismas. Sea por su sabor, porque hay que ser (muy!) perseverante para acabar lleno o porque no se consiguen tan fácilmente, los productos del mar son los reyes de la ceremonia, de la celebración... Y Ostras Pedrín es uno de sus lugares de culto.
Hay ostras, por supuesto, pero también erizos, gildas y muchas conservas de buena calidad. Nosotras probamos los mejillones con una buena bolsa de patatas artesanas. Para acompañar, el cava de la casa cumple de sobra.
Espacio
Con cierta tendencia retro, el local está presidido por una amplia barra central en la que se concentra todo el movimiento de preparación de los platos. Como en un bar de toda la vida, todo gira en torno a su mármol.
Los espejos y las amplias ventanas dan sensación de amplitud, solo demarcada por la piedra y el ladrillo caravista. Es bello y 'chic'; incluso da para una sesión de fotos.
Nos ha flipado
Nos gusta su comodidad, buen producto, la relación calidad-precio, su particularidad y su belleza. Al salir, sobre la mesa, queda un bodegón de lo más estético y sencillo. Te sientes un poquito más liviano, y no solo por el cava o el vermut.
La disposición de los camareros y sus cumplidas explicaciones sobre sus productos (especialmente, las ostras) van a hacer que aprendas un poquito más y que no sea nada difícil adentrarse en el fondo del mar.