La Bola
Espacio
Una taberna clásica. Manteles blancos y fotografías de personalidades con gente de la casa. Un salón grande y con vericuetos, abigarrado y popular. Las mesas están repletas de gente y se respira ambiente de toda la vida.
Parte de su encanto es comer rodeado de grupos celebrando el domingo o incluso, solos, mano a mano. Porque cualquier excusa es buena para apretarse un cocido de celebración.
Comida
Después de meses comparando propuestas, escuchando recomendaciones y buceando en blogs especializados en la importante cuestión de salir a comer cocido en domingo, finalmente, nos dejamos llevar por el de La Bola.
La mesa te espera preparada con pan y mantequilla. Y empieza a fuego con una sopa con la grasa que se nota, y se agradece (y es probablemente, la mejor parte del viaje).
Con el estómago caliente llegan las carnes, garbanzos y verduras, todo de una. Lo sirven con un salsa de tomate que está rica, pero que tampoco impacta.
Grandes cantidades, para quedarte lleno sin llegar a ser obsceno el derroche.
Os recomendamos dos cosas: remojar el pan en la salsa y el cava con sorbete de limón como final perfecto para rebajar.
Nos ha flipado
El sabor del cocido, el ambiente y la atención de los camareros te ayudan a que salgas pasadas las 5 de la tarde con la barriga llena y, sobre todo, con el corazón contento. También su localización en el Madrid de los austrias para pasar un día castizo al completo (tanto que no podrás pagar con tarjeta: no te olvides las pesetas).
De vez en cuando darse un homenaje de estas características debería ser obligatorio.