Chuka Ramen Bar
Comida
Se presenta como el primer Ramen Bar de Madrid y el concepto es claro: pocos platos y elaboración minuciosa de cada uno de ellos con la inclusión de elementos chinos y japoneses. Lo bueno de todo esto es que es realmente auténtico y, por lo tanto, no aburre. Su ramen seco con salchicha cantonesa te saca de la zona de confort y da la vuelta a cualquier ramen que hayas probado antes. Sirven una coliflor asada que nunca pensaste que podría ser tan sexy y hace que los haters pasen a la aceptación y los que ya la disfrutaban antes, a ser devotos. Entre otras anécdotas sobrenaturales, una amiga que hacía años que no probaba el cerdo casi llega al orgasmo al probar el bao de langostino tigre. No es coña.
Espacio
Algo oscuro, estrecho y muy concurrido, el local es a la vez urbano y tradicional de estilo japonés. Su sobriedad queda interrumpida por un gran mural de colores al final de la sala en la que se combinan mesas altas y bajas. La sensación es de bullicio pero nunca agobiante: tiene su punto esperar tu mesa en la barra nada más entrar mientras observas a la cocina trabajar a destajo.
Nos ha flipado
Que sea pequeño le da todavía más encanto. Si te entretienes unas horas no estarás seguro de salir al barrio de Huertas o a cualquier callecilla perdida de Tokio. Si te dejas aconsejar por los camareros y vas con apertura de miras, el viaje puede ser perfecto.